Dos líderes wayúus denunciaron amenazas contra sus vidas en las últimas horas. Se trata de Javier Rojas Uriana, reconocido líder wayuu que viene denunciado los casos de muerte de niños por desnutrición en La Guajira, y Jakeline Romero Epiayu, quien viene defendiendo la desviación del Arroyo Bruno.

Rojas Uriana señaló que tuvo que salir de Manaure porque fue avisado de un atentado en su contra. “Estaban contratando, ya no sicarios de fuera del departamento sino dentro del territorio; buscando algún integrante de la comunidad que esté al servicio de fuerzas al margen de la ley que atentara en contra mía para que se viera como un problema de clanes, y no un atentado por las denuncias que nosotros realizamos por las muertes de nuestros niños”,  dijo.

El líder wayúu fue el artífice de las medidas cautelares ordenadas por la CIDH para los niños wayuu, sin embargo indica el líder que el Estado no ha cumplido con los requerimientos.

“Según el informante la amenaza viene de Riohacha, los están mandando a cometer ese atentado en contra mí, según la información son políticos, contratistas, funcionarios, que están muy preocupados por todo lo que está pasando con las investigaciones de la Fiscalía y que se sigue visibilizando la situación de los niños ellos van a tener serios problemas frente a las investigaciones, se habían ofrecido 5 millones de pesos según lo dice el informante”, reveló Javier Rojas.

Las amenazas a Jakeline Romero

A este caso se le une las amenazas de muerte que recibió una líder wayuu en el resguardo El Zahino en Barrancas, sur de La Guajira, Jakeline Romero Epiayu, quien está en contra de la desviación del Arroyo Bruno.

“Evite problemas porque hasta tu madre te desaparezco, para que sigas de sapa, viva y deje vivir”, decía el mensaje amenazante que recibió la líder.

Asimismo la semana anterior fue asesinado a las afueras de Riohacha el líder wayúu Rafael Lubo Aguilar, víctima de sicarios en moto. El indígena era reconocido en la zona norte de La Guajira en las comunidades allí radicadas.

Y el primer caso fue el atentado que recibió Carlos Ramírez Uriana en una comunidad wayúu en Fonseca, cuando sujetos en moto lo atacaron a tiros. El líder quien pertenece a la Mesa de Concertación Wayuu logró sobrevivir.